jueves, 21 de julio de 2011

CHOTACABRAS PARDO

El chotacabras pardo ( Caprimulgus ruficollis ) es una de las aves que podemos encontrar en los alrededores de la bahía de Cádiz, siendo especialmente frecuente en la cañadas de Puerto Real donde encuentra el hábitat ideal esta especie insectívora; áreas con árboles y matorral rodeados de zonas abiertas y secas.






Maestro del camuflaje, con su plumaje críptico es prácticamente imposible el visualizarlos si están posados en el suelo aunque pases a su lado. Es entonces cuando alza el vuelo entrecortado y lento, en zig-zag, avanzando unos metros sorteando los arbustos y volviéndose a posar, dando la impresión de que está herido. Este es el motivo por el que lo vas siguiendo centenares de metros pensando ilusamente que lo vas a poder atrapar hasta que el bicho te cansa siendo éste el motivo por el que también se le llama "engañabobos". Sí señores, yo he sido uno de ellos, pero con paciencia y con su permiso he podido obtener estas fotos tras una larga caminata tras él.







Empiezan a verse a partir de Abril procedentes de África donde pasan el invierno, quedándose a criar en la mitad sur de la Península Ibérica siendo especialmente abundantes en el cuadrante suroeste.
Buscan su alimento al atardecer, siendo el mejor momento para observarlos, y ver cómo hacen vuelos bajos sorteando los obstáculos para atrapar a los insectos.



Se distingue del chotacabras europeo ( Caprimulgus europaeus ) por su mayor tamaño, color herrumbre y la distintiva mancha parda en el cuello, siendo de mayor tamaño también la mancha blanca de la garganta, aparte de que éste no cría en la zona y sólo es invernante.

Suelen poner de uno a tres huevos directamente en el suelo  y los pollos son trasladados de lugar en cuanto sienten algún peligro.
El chotacabras pardo es otra de las joyas con las que compartimos hábitat y que sólo con un poco de paciencia y en silencio podemos ver en los bordes de los pinares en las tardes de verano.

martes, 5 de julio de 2011

LA NUTRIA EN LA BAHÍA DE CÁDIZ

La nutria (Lutra lutra) es uno de los mustélidos que comparte hábitat con nosotros en la bahía de Cádiz y su entorno.
Desgraciadamente extinguida en otros lugares de la península, aún tenemos la suerte de su presencia por nuestra zona.
Aunque difícil de ver por sus hábitos crepusculares, a veces se adentra a través de los arroyos por los caños y marismas de la bahía.
En más de una ocasión se les ha visto en grupos en pleno centro de Chiclana por el río Iro, aunque desgraciadamente para nosotros y afortunadamente para ellas el contacto con el hombre suele ser casual y a veces fatal.
Hace unos años en el coto de caza de las Marismas Secas de Puerto Real fue abatida un adulto a tiros.¡Qué orgulloso se sentiría el ¿furtivo? de su hazaña!
El salir al campo y pretender ver a una nutria es prácticamente imposible pero en los sitios adecuados y si eres observador, te dejarán pistas inequívocas.
 Tienen la costumbre de marcar su territorio (bastante amplio por cierto) depositando sus excrementos encima de alguna piedra cercana al agua tal como se observa en la foto. Estos tienen un color negruzco y no despiden  mal olor, lo que la diferencia de otras especies. Además se aprecian claramente los restos no digeribles de sus presas. Por nuestra zona, básicamente cangrejo rojo americano, carpas, lisas, doradas y otros peces que habitan la bahía.



En esta foto se aprecian claramente las espinas de lo que parecía ser un vómito, puesto que los restos estaban completamente limpios de heces y envueltos en lo que parecían jugos gástricos. No tengo constancia de que las nutrias vomiten dichos restos. Si hay alguien que pueda aportar información, pues adelante, para eso sirven los blogs.





Y por último, las huellas recientes que estaban junto a dichos restos alimentarios.
Con esto hay que conformarse para identificar a la mayoría de los mustélidos dados los hábitos nocturnos, su escasez y exquisita prudencia, base fundamental para que aún sigan compartiendo hábitat con nosotros las mal llamadas alimañas.